Defectos refractivos en la infancia

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¿Qué son los defectos refractivos?

Los defectos refractivos son alteraciones oculares en las cuales la imagen no se enfoca de forma nítida en la retina. Es un problema ocular bastante común en la población general y sobre todo en la infancia. Los defectos refractivos en la infancia dan lugar a una visión más baja de lo normal en uno o ambos ojos, pudiendo desarrollar ojo vago o estrabismo con los años.

Los defectos ópticos más comunes durante la infancia son:

  • Miopía: Se produce porque la imagen se enfoca por delante de la retina en lugar de hacerlo en la misma retina. Esto es debido a que el ojo tiene más longitud axial (es más grande) de lo normal o en otros casos porque la córnea es más curva de lo normal. La miopía produce visión borrosa de lejos mientras que se mantiene una buena visión de cerca.
  • Hipermetropía: Es un defecto visual en el que la imagen se enfoca por detrás de la retina. La causa más habitual es que el ojo tenga una longitud axial menor de la habitual, es un ojo más corto o más pequeño.
  • Astigmatismo: Se debe a que la córnea no es una semiesfera perfecta siendo habitual que tenga unos meridianos más curvos que otros. Los rayos de luz que atraviesan el meridiano más curvo no se van a enfocar en el mismo lugar que los que atraviesan el meridiano más plano. Esto da lugar a un desenfoque de la imagen retiniana.

Causas de los defectos refractivos en la infancia

Existen varios factores que pueden determinar la aparición de defectos refractivos en la infancia.

El factor hereditario juega un papel fundamental, ya que si uno o ambos padres tienen miopía, hipermetropía y/o astigmatismo, es más probable que el pequeño también.

El ojo tiene dos elementos que permiten que la luz que entra se enfoque nítidamente en la retina. Estos dos elementos refractivos son la córnea y el cristalino. La córnea es el elemento refractivo más potente del ojo, tiene un poder medio de 43 dioptrías. El cristalino, aunque es menos potente, tiene una característica que le hace único: es dinámico y puede cambiar su curvatura y por tanto su capacidad de enfoque en función de la distancia a la que enfoquemos. Cuando la córnea y el cristalino no consiguen enfocar una imagen nítida en la retina, aparecen los defectos refractivos.

Dependiendo del tamaño del ojo, ya sea más largo (miope) o más corto (hipermétrope), el globo ocular comportará una mayor o menor necesidad de convergencia de los rayos de luz. Si aumenta la longitud del globo ocular conforme el niño crece, aumenta la miopía. Sin embargo, la hipermetropía puede llegar a disminuir si se produce un aumento de la longitud axial del ojo.

Prevención de los defectos refractivos

Muchos de los defectos refractivos en la infancia no se pueden prevenir completamente ya que hay un componente hereditario que no se puede cambiar. Sin embargo, hoy sabemos que se puede retrasar la aparición de miopía procurando la actividad al aire libre al menos dos horas al día (no necesariamente seguidas) y evitando un exceso de actividad en cerca con dispositivos electrónicos (móvil, tablets…).

Lo que sí que podemos es detectar a tiempo los defectos de graduación y, en algunos casos, evitar que aumenten de forma muy rápida. Mediante una exploración por parte del oftalmólogo, detectaremos el problema y aplicaremos el tratamiento correspondiente para evitar en un futuro el desarrollo de patologías más graves.

Tratamientos contra los defectos refractivos

Los defectos refractivos en la infancia se corrigen generalmente con el uso de gafas y, en adolescentes podremos combinarlas con el uso de lentillas. La cirugía refractiva se reserva para cuando el paciente ha completado su crecimiento y su graduación se ha mantenido estable durante un tiempo determinado.

Por tanto, la opción más frecuente y recomendada es el uso de gafas debido a su efectividad en la corrección óptica de la miopía, hipermetropía y astigmatismo. En la edad adulta, se puede valorar una cirugía refractiva habiéndose realizado un examen y valoración completa por parte del oftalmólogo. Este tipo de operación puede realizarse con láser o con el implante de lentes intraoculares.

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