El movimiento involuntario de los ojos: Nistagmo

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El movimiento involuntario de los ojos, conocido como nistagmo, es una patología poco común que se ve representada por un movimiento ocular involuntario rápido y repetitivo que afecta en la mayoría de los casos a los dos ojos. Estos movimientos pueden darse en forma vertical, horizontal o rotacional, siendo el horizontal el más común de todos.

En Fernández Casas Oftalmólogos queremos darte a conocer las principales causas del nistagmo, un signo oftalmológico desconocido para la mayoría de personas, así como los tipos que existen, síntomas e incluso tratamientos existentes.

¿Qué tipos de nistagmo podemos encontrar?

El nistagmo puede afectar a niños y adultos. Se suele clasificar según su momento de aparición:

Nistagmo congénito: es aquel que se manifiesta en bebés durante los primeros meses de vida, entre las 6 semanas y los tres meses de vida. La palabra congénito significa que el bebé nace con ello. Este nistagmo congénito puede tener una causa genética, en ocasiones con antecedentes de nistagmo o estrabismo congénito en la familia, aunque también puede darse de forma espontánea.

El nistagmo congénito puede ser una patología aislada, un tipo de estrabismo de nacimiento que no esté asociado a ninguna otra patología ocular o neurológica. Sin embargo, en ocasiones es consecuencia de enfermedades oculares genéticas como el albinismo ocular o aniridia congénita o es signo de enfermedades neurológicas congénitas, (en este caso asociadas a otros signos y síntomas.) Por este motivo, es muy importante los bebés que desarrollan nistagmo sean evaluados por su pediatra de forma precoz, junto con un examen oftalmológico y neurológico completo.

Nistagmo adquirido: aparece durante la vida adulta. Su aparición súbita puede ser secundario a una enfermedad del oído interno o signo de una patología neurológica subyacente, como ictus, enfermedades desmielinizantes, tras un traumatismo craneoencefálico o por toxicidad por drogas o alcohol. Los pacientes adultos que desarrollan nistagmo de forma aguda son evaluados de forma urgente por especialistas en otorrinolaringología, oftalmología y neurología.

¿Cuáles son las consecuencias del nistagmo?

El principal signo que nos indica que padecemos nistagmo es el movimiento involuntario del globo ocular, el cual puede ser de lado a lado, de arriba a abajo o incluso en forma circular. Es importante que no lo confundamos con el temblor involuntario del párpado, que se conoce como mioquimia palpebral, algo mucho más frecuente y sin gravedad alguna para nuestra salud.

Una de las consecuencias principales que acompaña al movimiento involuntario de los ojos es la mala visión. Sobre todo cuando se trata de un nistagmo de nacimiento, este movimiento impide que se fije correctamente la mirada en el objeto y que la imagen se proyecte nítida sobre la retina, haciendo que la visión no termine de desarrollarse como es debido (ambliopía u ojo vago bilateral).

En ocasiones, los pacientes con nistagmo tienen una posición de la mirada en la que el movimiento involuntario de los ojos se reduce (posición de bloqueo del nistagmo), para ello adoptan posiciones anómalas de la cabeza (tortícolis ocular). con el objetivo de mejorar la visión.

Además de todo esto, dentro de los demás síntomas del nistagmo podemos encontrar: la sensación de que el entorno alrededor está en movimiento (oscilopsia, propia del nistagmo adquirido), sensibilidad a la luz, dificultad para ver en la oscuridad o mareos.

Tratamiento

Su tratamiento depende de la causa que provoque el trastorno. Si éste es provocado por otra patología, es importante comenzar un tratamiento específico contra la misma. El principal objetivo de estos tratamientos es mejorar o preservar la salud visual, ya que en algunos casos como cuando el nistagmo está presente de nacimiento no existe una cura definitiva.

Es muy común el uso de inyecciones de toxina botulínica, la cuales se suelen usar para provocar cierto grado de parálisis en músculos asociados al ojo y conseguir que el movimiento disminuya. En los casos en los que el movimiento involuntario de los ojos se asocie a tortícolis ocular, o estrabismo se pueden emplear unas gafas especiales (con prismas) o cirugía de los músculos extraoculares.

Puedes solicitar una cita con el equipo de profesionales de Fernández Casas Oftalmólogos. Nosotros evaluaremos tu situación y te ofreceremos una consulta personalizada para aportarte las mejores soluciones para tu caso.

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